(Victoria Lara) Aunque acaba de presentar su segundo disco, Maite López (Pamplona, 1968) es toda una veterana en la música cristiana y muchas de sus canciones son conocidas y tarareadas en toda España y, cada vez más, en Latinoamérica. Deseos es el título de su último trabajo, que presentaba el pasado 8 de mayo en la parroquia Padre Nuestro de Madrid. Este nuevo proyecto es para ella ilusionante, pero también implica una responsabilidad: “Respondo a una demanda del público al que sé que le gusta mi música, por lo que también es un compromiso”.

El título del disco, Deseos, además de ser el nombre de una de las canciones, resume bien la espiritualidad ignaciana, de la que Maite se confiesa admiradora. “Creo que los deseos, cuando se viven con intensidad, son los que mueven a las personas a hacer cosas; mueven el mundo”. Y entre las cosas que a ella le “mueven” está la solidaridad, por ello, parte de los beneficios serán para la fundación Proacis.

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En esencia

  • Una película: Pablo de Tarso. El último viaje, de Pablo Moreno.
  • Un libro: Papás Blandiblup, de Mª Ángeles López.
  • Una canción: Decir tu nombre, María, de Kairoi.
  • Un rincón del mundo: Torricella (Italia).
  • Una persona: Leyre.
  • Un deseo frustrado: trabajar y vivir junto a los más pobres.
  • Un recuerdo de infancia: los viajes en coche con mi familia atravesando España por vacaciones.
  • Una aspiración: dar mucha vida.
  • La última alegría: la presentación del disco Deseos.
  • La mayor tristeza: la enfermedad de gente cercana.
  • Un sueño: la fraternidad universal.
  • Un regalo: música.
  • Un valor: la humildad.
  • Me gustaría que me recordasen por: saber amar, esperar y creer.

Para leer la entrevista completa, consultar el nº 2.707 de Vida Nueva.